viernes, 21 de enero de 2011

En Madrid

Esta semana comencé (¡al fin!) el curso presencial que tenía pensado. Lo retrasaron y menos mal que siempre peco de organizada, porque siempre me viene bien. Estoy realmente contenta por volver un poco a una especie de rutina, aunque sea a unas horas completamente intempestivas que me hacen llegar a casa casi a las once de la noche. No me quejo por esto último, eso de andar por la Castellana sin gente es incluso interesante.
Sin embargo si que me quejo de los profesores que se creen que leer un PowerPoint es dar clase. Esto pasa porque ellos no han recibido una clase de este modo, si no no me lo explico. Me sorprende más cuando quién da ese tipo de clase es una persona joven. Algún curso de algo habrán recibido y sin embargo siguen con esa metodología. Ojiplática me quedo.

Pero bueno, lo mejor de esto es el sitio. Entre otras cosas me ha permitido encontrar la entrada al Ritz. Los que hayan pasado por Madrid sabrán dónde está el Ritz, en la Castellana, a la altura de Neptuno y al lado del Prado. Llamadme tonta, pero yo pensaba que este hotel de tal categoría y fama tendría entrada por la Castellana, la cual nunca encontraba. La otra fachada del Ritz da al Prado y ahí tampoco había entrada. No sé, se me ocurría que igual la entrada era secreta, que te daban un código en plan 007 o había que tocar ciertos ladrillos con una varita, como en Harry Potter. Pero no, amigos, ¡el Ritz tiene entrada! Y una normalita (normalita de cinco estrellas) con su portero vestido de verde y todo. Está en la plaza de la Lealtad, enfrente de la Bolsa y cerquita de Neptuno.

Todo esto lo descubrí el primer día. El segundo me llevé la cámara para hacer fotos a los sitios conocidos por los que paso. Paso por muchos más, pero es de noche no hay gente por Madrid a esas horas (yo también me sorprendí de esto) y todavía me da cosa sacar la cámara estando sola.

Casón del Buen Retiro. Fachada oeste.


Un poquito más cerca


Me encantan estos edificios con balcones y terrazas de forja.


San Jerónimo


La entrada de Goya al Museo del Prado y al fondo San Jerónimo


La entrada de Velázquez. Quise hacer otra foto más centrada a Velázquez, 
pero había un par de coches de policía que me estropeaban la jugada.



Hice más fotos a más sitios, más bonitas y más feas. Pero de noche poco más se puede hacer con una cámara compacta y solo quería dejar testimonio de los sitios bonitos de Madrid por los que paso cada día. Que ya los tengo más que conocidos, pero eso de hacer turismo en tu propia ciudad no tiene precio y parece que se nos olvida. Yo misma, he estado en Versalles y aún no he pisado el Palacio Real. Ya tengo tarea pendiente.

¡Sed felices!